Un profesional de esta plataforma compartió algunas recomendaciones para producir tuits de gran impacto sin importar el número de seguidores.
Fuente: ElEspectador
Las redes sociales, sin lugar a dudas, marcaron un antes y un después en la historia de internet. La capacidad de que las personas no solo consuman contenido sino que también lo produzcan hizo que plataformas como Facebook y Twitter ganaran rápidamente popularidad. Tanto ha sido su impacto que incluso de ellas han surgido nuevos trabajos, como los influenciadores, personas a quienes se les paga por poner en la conversación digital ciertos temas o productos.
Dicho lo anterior, para muchos estar presentes en las redes sociales se ha convertido en algo fundamental para, por ejemplo, enterarse de lo que sucede en el mundo y dar a conocer sus ideas, entre otros propósitos. Es natural preguntarse ¿qué hacer para ser más efectivos en Twitter? ¿Cómo crecer en esta plataforma?
En su entrevista con El Espectador, Efraín Mendicuti, director de relación con agencias en América Latina de Twitter, mencionó algunas recomendaciones para ‘brillar’ en esta plataforma.
Contenido relevante más que número de seguidores
Para Mendicuti el número de seguidores, del cual presumen muchas cuentas en Twitter que registran millones de ‘followers’, resulta ser una métrica de vanidad ya que de nada sirve tener muchedumbres si estás no interactúan con los contenidos. En palabras simples, lo anterior resulta ser una ilusión, como si se le estuviera hablando a una multitud de personas a quienes la información les entra por un oído y les sale por el otro.
Esto se intensifica cuando los seguidores también son robots. Los también denominados ‘bots’ son cuentas falsas que se crean para incrementar el número de ‘followers’ de una persona o una marca, entre otros fines.
Lo que realmente importa, según Mendicuti, es que los contenidos sean relevantes, que las personas los consideren útiles, que inviten a la interacción, que fortalezcan el desarrollo de una conversación en Twitter.
“Recuerdo el caso de un maestro de tercer grado de primaria en Kansas, Estados Unidos, quien escribió un tuit donde decía que quería demostrarle a sus estudiantes qué tan lejos y rápido podría llegar su publicación. ‘Por favor retuitear y decir desde dónde están leyendo esto’ ”, resumió Mendicuti el mensaje de aquel docente. Lo interesante del caso es que muchos respondieron que lo leían desde lugares distantes como Singapur, o a 30.000 pies de altura en un avión comercial.
Todo esto para decir que el alcance que puede llegar a tener una publicación en Twitter no siempre depende del número de seguidores que pueda llegar a tener una persona.
Hacer comunidad en vez de disparar a todos lados
Otra recomendación que brindó este profesional es que en Twitter lo realmente importante son las conversaciones, y como allí se abordan muchos temas, resulta estratégico apuntar a una comunidad y comenzar a participar de sus debates.
Mendicuti asegura que una buena forma de descubrir ese nicho al cual se apunta es basándose en los gustos y pasiones que tenga esa persona. Es decir, si a alguien le encantan los temas relacionados a los autos, y tiene conocimiento que otros puedan considerar relevante, lo ideal sería que dicho tuitero enfocara esa temática en sus trinos. De esa manera otros lo verían como alguien de valor para seguir e interactuar en la conversación.
“Hoy puedes encontrar distintas personas hablando de un sin fin de temas, entonces ya hay muchas comunidades. Pero al mismo tiempo no está exento de que haya un tema del que no se haya conversado, en ese caso la persona tiene la oportunidad de comenzar a hablar sobre el mismo”, explicó Mendicuti.
Conocer la comunidad, algo que no puede faltar
Dicho lo anterior el conocer a la comunidad es un factor que cobra una especial importancia para lograr ser eficaz en Twitter. Por ejemplo, mucho se habla de las horas pico, o el también denominado ‘prime time’, horarios donde un número significativo de personas está al tanto de los que sucede; si un tuitero de deporte sabe que sus seguidores acostumbran madrugar para salir a trotar, ese sería el espacio de tiempo vital para hacer sus publicaciones, cosa que no pasaría con el director de un programa radial de misterio, que vería en la noche un espacio idóneo para iniciar las conversaciones con su público.
El beneficio de conocer a la comunidad también podría verse replicado en qué tipo de publicaciones hacer y qué temas se encuentran en tendencia, entre otras.
Por favor, no abusar del hashtag
El instrumento, representado por este símbolo ‘#’, es utilizado para resaltar una palabra clave en una publicación y así poder ubicarla en una conversación. Por ejemplo, si una persona sube un trino donde dice que está comiendo una ensalada de frutas, podría utilizar las etiquetas #Fitnes, #Frutas, #Desayuno, #Salud… etc.
Sin embargo en Twitter hay ciertas personas que abusan de este instrumento, inundando sus publicaciones de numerales pensando que esto ayudará a que su tuit llegue a más personas, lo que no saben es que en realidad están haciendo lo contrario.
Mendicuti explica que lo que se aconseja es utilizar uno o máximo dos hashtags por publicación, si se usan más el efecto que se generaría sería una dilatación en la ubicación del trino, es decir, si una persona busca la palabra ‘fitnes’, esa publicación no estará en las primeras, porque dicho contenido también se encuentra relacionado con ‘frutas’, ‘desayuno’ y ‘salud’. Al final del día no será protagonista en ninguna de las categorías que mencionó.
Los videos son los protagonistas de Twitter
Por último este profesional reveló que el formato más aplaudido en esta plataforma son los videos, por encima de los gifs, imágenes y el solo texto. Así que si se quiere que una persona preste una especial atención a un tuit, la utilización de un video es una gran estrategia para alcanzar dicho objetivo.
“El time line ha evolucionado en los últimos años, Twitter antes tenía 140 caracteres, hoy el contenido que más consumen los usuarios es el video, el 82% lo hacen, se interactúa más con video que con fotos, incluso un mismo gif tiene más impacto que una foto”, explicó Mendicuti.
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